El fundador de Corazón Solidario, Emilio Álvarez, en el cibercentro de la Lila. miki lópez
La ONG Corazón Solidario, que nace para «trabajar por la dignidad del ser humano», propone introducir el reiki en los hospitales
E. V.
A la gama de colores de los lazos solidarios, como el rojo de apoyo a los afectados por el VIH, el rosa que representa a los enfermos de cáncer de mama y el negro, reflejo del luto, hay que sumar el verde, un símbolo de la nueva ONG asturiana Corazón Solidario», que, en palabras de uno de sus socios fundadores, el terapeuta Emilio Álvarez, tiene el objetivo de «trabajar por la dignidad del ser humano».
El cibercentro de la Lila acogió ayer la presentación de esta nueva organización sin ánimo de lucro ante un auditorio lleno que esperaba con ansiedad dar respuesta a una pregunta que los organizadores del acto se encargaron de hacer correr a través de los panfletos publicitarios días antes del evento: «¿Qué tienen en común una maestra, un nutricionista, una monitora deportiva, cuatro terapeutas y dos estudiantes?». La solución se mostró en forma de rueda de prensa, donde se conoció la identidad de las nueve personas, incluido Álvarez: el nutricionista Ramón de Cangas; los terapeutas Patricia Ibáñez y Emilio Álvarez; las maestras Maite Fanjul y Manuela y María del Carmen López; la monitora deportiva Natalia Fernández, y los niños Enrique y Jaime Álvarez, de 15 y 12 años respectivamente.
«La razón de que nos hayamos juntado personas de ámbitos diferentes es luchar por un mundo mejor en la medida de nuestras posibilidades y a partir de aquí crecer en número para hacernos más fuertes», explicó Álvarez. El proyecto más inmediato de Corazón Solidario es la presencia diaria en el Hotel de Asociaciones de Santullano de alguno de los socios fundadores «para ayudar en lo que sea, desde escuchar los problemas de los demás hasta hacer acompañamiento de personas mayores». A largo plazo, la segunda actividad programada por la nueva ONG será la organización de una carrera solidaria «donde todos los participantes deberán aportar alimentos no perecederos que serán donados a formaciones como Cáritas o la Cocina Económica».
A este ramillete de buenas intenciones hay que añadir la propuesta de «introducir en todos los hospitales asturianos el reiki como terapia alternativa para enfermos tanto en proceso curativo como terminales», explicó el terapeuta y experto en la medicina alternativa reiki Emilio Álvarez.
La inscripción en Corazón Solidario, con sede en Comandante Vallespín y una delegación madrileña en la calle Goya, es gratuita y permanece abierta, ya que «en la vida sólo hacen falta dos cosas: voluntad y amor».
Con el cuaderno en blanco y una tormenta de ideas en la cabeza, nueve corazones se han lanzado a la búsqueda de un objetivo tan amplio como difícil de conseguir: la solidaridad en estado puro.